Un viaje para un niño, es la vida misma. 
Es descubrir cada día, cada hora, cada minuto, tanto el disfrute de lo simple, 
como las grandes diferencias que existen en la sociedad. 
Recorrer las vidas posibles observando cómo viven otras
familias, las distintas costumbres y lo inmenso de cada posibilidad. 
Demostrando en unas vacaciones lo que nos lleva una vida entender:
que nuestro mundo cotidiano se puede
expandir como el Universo cuando
emprendemos un viaje.